El pasado sábado 27 de abril de 2019, las calles y plazas de Saelices, pueblo manchego conocido por albergar el Parque Arqueológico de Segóbriga, se puso sus mejores galas para presenciar el I Festival de Poesía Saelices Versum, iniciativa organizada y coordinada por la poeta Cris Aparicio junto con la Asociación Ocio-Cultural San Felices de la localidad.
Tras un breve encuentro en la plaza del Parador de la organizadora con algunos de los poetas participantes alrededor de las 11 horas, y tras un tentempié en la terraza de un bar de la zona, nos dirigimos al Centro Cívico de Saelices, donde tendría lugar la primera de las actividades.
Esta actividad estaba enfocada a los más pequeños, y es que se trataba de un taller de poesía para aquellos niños que quisieran acercarse y ser partícipes del mismo, donde, a través de dibujos, números y letras, desbordaron su imaginación en forma de poesía. Los poetas que acudimos aportamos nuestro granito de arena en dicho taller con pequeños versos para que los niños los utilizaran en sus quehaceres poéticos. El que escribí para tal ocasión decía algo así:
Mecido descansa el sol en la cuna
del cuarto menguante que forma la luna.
Tras esta, a buen seguro, enriquecedora acción para con los más pequeños, volvimos a la plaza del Parador, donde iba a tener comienzo un recital dinámico a través de varios puntos emblemáticos de la localidad. Antes del mismo, en las calzadas colindantes, y emulando a la iniciativa madrileña de Versos al Paso, algunos de los participantes escribieron versos con tizas de colores.
Cris, además de organizadora y coordinadora, ejerció de maestra de ceremonias en cada uno de los actos realizados durante el festival; dio la bienvenida oficial en la plaza del Parador a los participantes de Saelices Versum con la apertura de este recital itinerante, declamó unos versos dedicados a Saelices, y presentó a los poetas que recitarían en este enclave principal del municipio.
En esta plaza recité mis dos primeros poemas de la jornada. El primero de ellos lleva por título La inspiración.
El siguiente poema que recité fue Paredes blancas, poema que evoca aquellos tiempos felices en el pueblo de mis mayores.
El segundo grupo de poetas recitó ante la columna levantada junto a la fachada de la parroquia de San Pedro Apóstol.
El tercer lugar emblemático donde otro puñado de poetas declamó sus versos fue ante la verja del antiguo Hospital del Santísimo Rostro del Amparo, hoy centro de salud de Saelices.
Una cruz de hierro a las afueras del municipio fue el siguiente lugar donde los versos volaron, ante la presencia constante de aquellos que tuvieron a bien acompañarnos en esta ruta poética.
Como broche final de la jornada matutina, una vecina de la localidad tuvo a bien abrirnos las puertas de su casa, y en su precioso patio, los poetas que restaban vertieron sus poemas a viva voz.
Finalizado el acto, regresamos todos al Centro Cívico, donde nos invitaron a comer unas riquísimas migas manchegas, sabrosas tortillas de diferentes tipos y dulces postres que nos hicieron la boca agua a todos los comensales.
Disfrutamos, tras saciar el apetito, de un descanso de algo más de tres horas, donde algunos poetas se quedaron en el Centro Cívico, otros decidieron visitar el Parque Arqueológico de Segóbriga, y un tercer grupo decidió disfrutar de la calma otorgada por la plaza del Parador.
Alrededor de las 18:30 horas, comenzó en el Centro Cívico el segundo recital poético del festival, dividido en dos partes. Cris Aparicio fue dando paso, uno por uno, a los poetas que subían al escenario con una breve semblanza donde destacaba su biografía literaria.
En la primera parte, los participantes, ante un público numeroso ávido de versos, declamaron sus poemas según el orden siguiente tras la música de Miguel Hernández, Jesús Domínguez y Antonio Santiago: Cris Aparicio, María Lourdes Fernández Martínez, Sergio Pardo Delgado, Jesús Muguercia, Paula Aladro, Miguel García Freijanes, María Teresa Sánchez, Inmaculada Rubio, Elena Moratalla, Fernando Daniel Granado, Antonio Santiago, y Beatriz Aparicio, que puso voz a los poemas de María Luisa Corrales (que no pudo acudir por problemas de salud), para finalizar esta primera parte del recital con el interludio musical de Miguel Hernández y Jesús Domínguez acompañados por Antonio Santiago.
Como participante en esta primera parte del recital, declamé mis dos poemas preparados para la ocasión; el primero, cuyo título coincide con el nombre del festival, escrito para la ocasión.
El segundo, no podía ser otro sino Catorce Treinta, por la cercanía de Saelices con Osa de la Vega, en homenaje a mi abuelo.
En la segunda parte del recital, compartieron sus versos con el público asistente los siguientes poetas: Rosa María Berlanga, Javier Martínez Martín, Ángeles Fernangómez, Alfredo Piquer, Pilar S. Tarduchy, Víctor Manuel Palomares, Éboli de Merr, Óskar Rodrigáñez, Brunhilde Román, Raquel Carrascosa, y María Luisa Pardo, que dio vida a los versos de José Luis Serrano (que no pudo acudir al acto) y a los suyos propios, dando por finalizado el recital Cris Aparicio con otro de sus poemas; subieron a continuación Paloma, Alberto, Ana Belén y José Luis de la Asociación Ocio-Cultural San Felices de Saelices, también organizadores del festival, que se llevaron un merecidísimo aplauso. Paloma, su presidenta, agradeció a los poetas participantes y a Cris el hacer posible este evento, y abrió la esperanza de que haya muchos más como este en la localidad.
Y con esa esperanza compartida por parte de todos los que formamos parte de este inolvidable festival, que llenó de versos las calles y las plazas de un pueblo manchego, y seguro que también el corazón de sus gentes, nos quedamos con el inolvidable aroma de la poesía impregnando una jornada única como fue Saelices Versum.
Mi agradecimiento a Pedro Pinedo Sierra, vecino puerta con puerta de toda la vida de mis abuelos en Osa de la Vega, por hablarle de mí a Paloma, la presidenta de la Asociación Ocio-Cultural San Felices de Saelices, ya que gracias a él se me abrieron las puertas para la participación en este festival.
Sergio P. Delgado 